Ángeles sin brillo. Proyecto para una videoperformance
Tras el desierto de Written on the wind y el jardín de Imitación a la vida, Ángeles sin brillo es un viaje interior, es decir, rodado dentro de un paisaje arquitectónico. La idea es utilizar como plató la Nave O de Matadero; un lugar donde ya de por si el espacio parece infinito, como en un espejo, y los elementos arquitectónicos se duplican, proyectándose más allá. Ángeles sin brillo cerraría así la Trilogía del espejo, un proyecto que ha crecido y se ha desarrollado a partir de un accidente, por azar, y de una forma orgánica.
Ángeles sin brillo –la más ambiciosa y compleja de las tres piezas que componen la trilogía- se rodará con 6 cámaras que simultaneamente grabarán el borrado de un espejo situado en la zona central de la Nave O.
En esta ocasión el liquido reactivo se mezclará con un engrudo de cola transparente, se aplicará con brocha, y se retirará -junto con la capa de ion de plata ya disuelta- con una espátula. Al desaparecer la capa reflectante veremos lentamente aparecer en esos vanos su duplicado; la continuación de ese reflejo sobre el espejo, que por la naturaleza del espacio es idéntico a la imagen que hemos visto desaparecer. Un juego de duplicidades que hacen aún más irreal la escena, y en el que nuestra visión fija sobre la pantalla experimenta -sin apartar la mirada de una proyección aparentemente inmóvil- un giro de 360 grados,
La grabación, que se realizará desde ambos lados del espejo, incluirá también a todo el equipo implicado en el rodaje; registrando así lo que queda fuera de la acción principal, es decir, a todos los “performers” y al espacio que los acoge. Ángeles sin brillo se plantea así como un ejercicio desde el que explorar los aspectos más performáticos de mi trabajo.
Una vez editada, la pieza estará compuesta por 6 proyecciones complementarias de una misma acción. Para su presentación se proyectarán por parejas a ambos lados de tres pantallas exentas. El espectador podrá así recorrerlas dibujando su propia línea espacio temporal. La instalación final recreará una escenografía total, un “espacio” donde el espacio y las acciones que en el suceden quedan atrapadas en unas imágenes reproducidas sobre una fina superficie -la pantalla- que lo condensa todo.
La Trilogía del espejo es, en definitiva, una propuesta que profundizan sobre la idea de paisaje como un elemento sinérgico en continuo cambio y metamorfosis, y sobre el espejo como superficie que refleja lo que no le pertenece. Una reflexión sobre lo que percibimos, sobre la pantalla y las imágenes que estas emiten sin cesar, cada vez mas etéreas, intangibles y carentes de sentido.