Written on the wind
Video performance. Dos proyecciones sincronizadas. Master 2K. 26’ 06’’. 2016
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Uno de los motores que animan mi trabajo es la reflexión sobre el error como parte de todo proceso creativo, y las posibilidades transformadoras que las ideas pueden experimentar al ser llevabas a la práctica. Prueba de ello es este proyecto, producido con las Ayudas al Videoarte de la Fundación BBVA.
El punto de partida de esta videoperformance vuelve a ser el paisaje como elemento simbólico-metafórico. Y en esta ocasión -y por segunda vez tras la nada del invierno canadiense de La boule de neige– el protagonista no es un paisaje recreado o mental, sino uno real e icónico, el desierto.
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La idea inicial del proyecto era rodar en EEUU, concretamente en un paraje localizado en el Parque Natural de Death Valley, Nevada. Un territorio límite donde el horizonte, omnipresente, se muestra como medida, como frontera entre ese espacio que vivimos y percibimos. Y qué mejor lugar que el paisaje americano como fuente inagotable de nuestro imaginario, y como espacio cargado de historias almacenadas en nuestra memoria visual.
Sin embargo, esos planes iniciales se vieron truncados debido a diversos contratiempos, y la grabación se realizó finalmente en el Parque Natural de Cabo de Gata, Almería. Un paraje que fue utilizado también durante años para rodar westerns, y cuya geografía desértica es similar a los espacios localizados en Nevada.
Ya en pleno rodaje, la rotura de uno de los espejos minutos antes de empezar a grabar volvió a dar un giro inesperado al proyecto, transformando esa superficie de más de 5 metros en vanos, más parecidos a dos grandes puertas ubicadas en medio de la nada.
Finalmente se optó por rodar dos acciones encadenadas, una primera ubicando la cámara detrás del espejo -derecha- y una segunda detrás del espejo, es decir, frente a la superficie plateada, que en esta ocasión, y para facilitar el borrado del alumbre, no estaba protegida con la tradicional pintura de azogue de los espejos convencionales.
El resultado final es una videoinstalación compuesta por dos grabaciones encadenadas -editadas a tiempo real y en un único plano secuencia- de sendas acciones complementarias, sencillas, dilatadas en el tiempo, lentas y obsesivas: el borrado del alumbre de dos espejos de grandes dimensiones ubicados en paralelo en un paisaje desértico. Dos superficies que con paciencia se estan eliminando, pitando y despintando al mismo tiempo, convirtiendo ambos espejos en simples cristales. Capas de ion de plata que al fundirse y desaparecer nos revelan poco a poco lo oculto tras esas barreras especulares. Sencillamente lo que en una aparece/desaparece en la otra desaparece/aparece.
Ambos fragmentos de espejo al no estar sujetos en uno de los extremos nos devuelven, en un principio, reflejos deformados de una realidad que ondula con el viento, omnipresente también en todo el metraje. Este efecto, que desaparece a medida que se elimina la superficie reflectante, añade un punto de irrealidad a unas imágenes ya de por si extrañas y psicodélicas. Dos imágenes “líquidas” que se derriten frente a la mirada del espectador.