Nueva música. Un texto de Óscar Alonso Molina para el libro de artista Oráculo. Centro de Arte de Alcobendas 2020
descargar pdf
no english translation
«Dios es el grito del vocablo blanco que nuestras letras trazan para el ojo.» Edmond Jabès.
El azar y el error están en la base de todo proceso, tanto creativo como vital. Consciente de ello, y como si se tratase de incógnitas de una ecuación, Juan Carlos Bracho introduce continuamente esos nuevos factores en el marco de sistemas de formación de imágenes como los suyos, tan ordenados, precisos y en principio exactos, basados en ritmos repetitivos y modulares en la estela del minimalismo. El resultado de esta suerte de autosaboje desplaza inesperadamente su trabajo hacia la órbita conceptual y temática del romanticismo. Con ello, en el seno de la metódica normatividad conceptualista Bracho encuentra lo inesperado: surgen ideas poéticas e íntimas, mientras se imponen la exigencia de una morosa contemplación y los matices sensoriales de una belleza serena, cargada de emoción.
Toda su producción crece de forma orgánica y circular, releyéndose continuamente a sí misma, hasta culminar en proyectos cuyos finales se abren a guiños y relecturas de los pasos que él mismo ha seguido.
Este libro cristaliza nuestro interés mutuo por analizar su manera de hacer, tan rigurosa como siempre abierta a otras narraciones paralelas. Así, en algún momento del intenso proceso que le ha mantenido ocupado durante casi diez años en su investigación sobre el monocromo multipágina –un sistema doméstico para conseguir imágenes fotomecánicas económicas y de gran tamaño a partir de la suma de numerosas impresiones en simples folios–, Bracho encontró, entre las vastas remesas de hojas que salían de su impresora, cientos de errores, faltas e interferencias, que finalmente se traducían en una suerte de código gráfico. Era como un panel de luces parpadeantes, casi un mensaje encriptado o un enigmático «morse» dentro de la cuadrícula multipágina, que ha terminado por imponerse como índice de una nueva etapa, donde se apuntan ya la música, la danza y la perfomance.
De este modo, frente a la idea prestablecida sobre el color por la tecnología –el ordenador desde el que Bracho determina los colores de su impresora–, a lo largo de estas páginas que el lector tiene ahora entre las manos descubrirá lo subjetiva, fértil e inaprensible que resulta la vivencia cromática para el ser humano. Para ello hemos distribuido entre 100 amigos, familiares y colegas de profesión cada uno de los 100 colores que componen una serie cromática delimitada por Bracho a partir de escalas perfectamente ordenadas, pidiéndoles que le dedicasen un comentario, empleando el tono y formato que ellos mismos encontraran más adecuado en cada caso
El resultado es este libro de enigmática belleza visual y fascinante lectura. Una experiencia realmente variada y saturada de evocaciones; una auténtica fiesta de gamas, voces, matices y sabores tutti frutti.
Óscar Alonso Molina. Naz de Abaixo, Lugo, marzo de 2020