La montaña mágica
Confeti. Medidas variables. 2005…

La idea de celebración -presente en en La boule de beige como metáfora de un logro comunitario- se materializa y cobra forma también en este proyecto, ideado durante el mismo periodo de residencia en el que no se realizo la gran bola de nieve.

Las residencias artísticas son una suerte de tiempo suspendido, festivo, en el que nos liberamos de nuestros compromisos y ataduras cotidianas. Lugares en muchos casos exóticos, remotos o apartados donde de alguna forma te reinventas y te conviertes en el personaje principal de una película. Las residencias, como la grandes fiestas, son acontecimientos cargados de expectativas, de búsqueda, de encuentros inesperados, de casualidades y causualidades.

Vestirse y salir disfrazado de explorador en el Polo Norte -como en una fiesta temática-, pasear y rebuscar en las tiendas de segunda mano, era uno de mis pasatiempos favoritos durante mi estancia en Gatineau, un pequeño pueblo nevado en la frontera entre Ontario y Quebec. Uno de esos días me encontré con una bolsa de confeti, me pareció precioso, con esos colores pastel y ese troquelado dentado tan fino y elegante.

El arte como celebración, el arte de celebrar. Los nervios, esas encías que sueltan chispas, los preparativos, la simbología de los elementos, el modelón, la fiesta con todo lo bueno y todo lo malo, las sensaciones, la resaca, los restos y los recuerdos. Todo eso queda condensado en una pequeña, o gigante, montaña de confeti